Violencia Escolar: El IIPCS explica el Bullying desde la perspectiva del acosador escolar  







México D.F. a 20 de junio de 2007.- “La ira en los adolescentes es un síntoma de frustración, cuyo origen es el mismo núcleo familiar; en otras palabras, un joven agresivo probablemente tiene padres agresivos o presenció desde su niñez, escenas de violencia familiar. Como lo aprendió desde siempre, será lógico que saque toda su ira en el entorno escolar”, explica la doctora Adriana González Padilla, Coordinadora de la Comisión de Divulgación del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).

La especialista reveló que estos jóvenes son fáciles de identificar, ya que entre sus características, tienen capacidad de liderazgo, son carismáticos y renuentes a la autoridad, sin embargo, suelen tener bajas calificaciones, se ausentan constantemente del colegio y por ende, se meten en problemas constantemente, por lo que son propensos a las adicciones, como el alcoholismo o la drogadicción: “Son ciertamente jóvenes con un alto grado de egocentrismo; no permiten consejos, nunca hablan de sus problemas con los profesores o sus padres, ya que al hacerlo piensan que darían muestras de debilidad”.

“En ellos la agresión y el acoso es un estatus; de esa forma se auto afirman como dominantes con sus compañeros o amigos; no obstante, lo grave viene cuando pierden por completo el control de sus impulsos, ya que es entonces cuando pueden lastimar seriamente a un compañero de clase e incluso trasladar el coraje en agresión física hacia sus profesores”, explica la doctora María Eugenia Patlán, Coordinadora de Comisión de Talleres del IIPCS.










En este sentido, los bullers pueden dividirse de la siguiente manera:

1.- Acosador inteligente.
Son jóvenes que gozan de cierta popularidad, tiene carisma incluso con las mujeres; ven con exactitud las debilidades de sus víctimas, quienes son agredidas sistemáticamente, con lo cual el agresor se demuestra su superioridad a sí mismo y a los demás.
2.- Acosador poco inteligente.
Es la sombra del acosador inteligente. Generalmente son “compinches” del buller dominante y están subordinados a ellos.
3.- Acosador y víctima.
Es el que está en medio, que aspira a ser dominante pero a la vez es acosado. “Utiliza la ley del desquite, es decir, repite lo que ha vivido en su casa, donde probablemente su padre agrede a su a madre, la madre a él y éste a sus hermanos”, explica Patlán.

“Las tres clasificaciones de bullers resumen conductas destructivas derivadas de la escasa tolerancia a la frustración, de la necesidad de tener recompensas inmediatas, de la dificultad para mantener la atención y la dificultad para acatar normas. De ahí a las conductas de acoso hay sólo un paso”,
explica González Padilla.

La doctora Patlán recomendó que para detectar a estos jóvenes es necesario que las escuelas secundarias y preparatorias comiencen a implementar políticas de educación emocional, desde la primaria hasta el final de la educación media superior,

“En el momento en que se produzca cualquier situación de maltrato, hay que actuar con rapidez y contundencia, siguiendo un plan previamente establecido que involucre a toda la comunidad educativa, incluidas las familias y otros agentes externos como trabajadores sociales y psicólogos”,
sostiene.

Para concluir, la doctora Adriana González consideró que es necesario diseñar actividades dirigidas a la víctima, a los agresores, a los espectadores, a las familias y con la comunidad académica: “Lo importante es tomar medidas preventivas, hay que anticiparse al problema. Lo que no se puede es pasar por alto cualquier acción agresiva aunque sea de tipo verbal o psicológica, porque por lo general, derivan en situaciones mucho peores”, concluyó.

ACERCA DEL IIPCS

El Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, A.C. tiene entre sus principios institucionales el Servicio, realizando una labor social al país y la concientización, promoviendo, en todos los ámbitos sociales, la importancia y necesidades de la salud mental. Para ello el IIPCS ofrece tratamientos de índole emocional a través del servicio de la clínica.

Además ofrecer servicios psicológicos a un costo accesible y de alta calidad a personas de bajos recursos económicos y a todo aquel que lo requiera. También hace labor de concientización sobre la necesidad real de que cada ser humano reciba este tipo de asistencia de manera preventiva y no solo correctiva.
Actualmente, se cuenta con más de 50 profesionales con más de 4 años
de experiencia en promedio.

Como parte de su labor profesional, el IIPCS cuenta con licenciaturas en Psicología y maestrías y doctorados en Psicoterapia Individual, Infantil y Familiar, avaladas todas ellas por la Secretaría de Educación Pública. También ofrece diplomados y cursos para compañías y instituciones gubernamentales
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y al 5661-3965. También en Newcom 5619-0965 y 56197872 con Ángel Tizoc Aguilar, o Rogelio Romero.

   
     
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